jueves, 8 de agosto de 2013

GALAYOS, MANERAS DE VIVIR



GALAYOS,  MANERAS DE VIVIR

            La canción de Leño, sonaba en la entrada del refugio Victory, cuando contemplamos como, tras el Pequeño y el Gran Galayo, la luz tenue del atardecer tornaba a un tono anaranjado en el cielo, iluminándonos a los allí presentes, con un brillo especial, propio de hechicería… lo denomine, momento galayero. Fue un detalle fugaz, mágico, representativo de lo que han sido estos dos días de escalada: disfrute, emociones, vivencias y compartir  experiencias con monstruos/as de la escalada. 
Llevábamos casi un mes preparando la salida para el Picu Urriellu, pero en los últimos días el tiempo empezó a empeorar, hasta que la previsión hizo que renunciáramos, ya que era inviable escalar allí durante los días previstos. Así que comentamos que hacer, y como otro de los objetivos del año era ir a Galayos, pues el plan B, resulto ser una gran alternativa.
Una vez decidido el rumbo, queríamos hacer las vías clásicas… la Oeste a la Aguja Negra, también llamada Rivas-Acuña por ser ellos los aperturistas, y sobre todo el Torreón… que como siempre intimida, pues la idea inicial era subir por el lado más “fácil”, es decir, escalar la Sur clásica, abierta entre otros por el omnipresente Teogenes Díaz, que además fue el primero en escalar esta cumbre junto con Ricardo Rubio, pero por la Chimenea Oeste o llamada tambien vía Teogenes. Valentía y coraje, son solo dos calificativos que se quedan cortos, o muy cortos para definir la aventura de apertura de este monolito de roca. Como en otras ocasiones, al seguir haciendo las grandes clásicas… pues sigo los pasos de Teogenes Diaz… para esta gente…quitarse el sombrero y un solo adjetivo: ENORMES!! 
Así la aventura comenzó en el propio viaje… con un calor abrasador, me llevé el coche de Cris que tenía el aire acondicionado roto, con la intención de dejarlo en Chapineria donde había quedado con Nacho… pero este se presento con la moto… así que nada, por no ponernos de acuerdo… a pasar calor… ventanillas bajadas… retrocedemos en el tiempo… quizás era un preludio del tipo de escalada de Galayos, tan clásica, alejada de parabolts relucientes, que puedes sentirte por un momento como uno de los pioneros… salvando las grandes distancias. Lo que más puedes encontrar son clavos oxidados y argollas en los rapeles, y ya… a proteger por donde pilles.
Llegamos a las 17 al Nogal del barranco y el calor no disminuía, sino que aumentaba…la sensación al menos era de bochorno intenso, las 17:30 de la tarde con un sol de justicia y sin apenas sombra… mochilón de los de aupa… y casi 1000 metros de desnivel sin apenas descansos… casi muero en la aproximación. Mal que bien fuimos subiendo, la tripa me hacía cosas raras como síntomas de mareo-pinchazos abdominales… pero bueno, hay que sufrir un poco. En una hora larga, casi dos, llegamos a La Apretura, paramos, comimos algo y continuamos por el Camino de las Zetas. A partir de aquí fui encontrándome algo mejor, el ánimo subió y empezamos a grabar planos cortitos con la GoPro, con la intención de hacer un buen video a posteriori… o lo que se pudiera con el material que lográsemos en estos días. En otro buen rato, no me acuerdo, llegamos por fin al Refugio Victory

En el Victory con el Torreón amenzante.
 Tiramos las mochilas y nos bebimos unas cerves para recuperar líquidos y yo para recuperarme de la tripa… o recuperaba o moría… por suerte recupere. Cenamos pasta que llevamos y montamos el vivac en la misma plataforma del refugio.
Quizás, otro momento galayero  sin duda, es el vivac. Estar a los pies de las moles graníticas de Galayos, con las esbeltas agujas sombrias, cerniendose sobre nuestras cabezas, observar el cielo estrellado, empequeñecer ante la grandisiodad del universo, contemplar la mancha de la vía láctea… es otro de los recuerdos que se graban en el disco duro. Y con un poco de suerte y vista avezada, puedes pedir un deseo a alguna estrella fugaz… simplemente vivac galayero… hay que estar allí.
Hablamos con Samuel, el guarda del refu, para desayunar al día siguiente y también para confirmar que teníamos reservada la cena. Nos liamos a cascar un poco, que es un tio muy majete y sin más nos fuimos al saco.
El lunes amaneció y yo seguía cobijado en mi saco, pase un poco calor y un poco frio… típico de los vivacs… pero bien, había descansado… con ganas de empezar la escalada. Desayunamos y nos disfrazamos de montañeros, con toda la ferretería encima y al lio.
Are you ready?
  Bajamos por La Apretura un tramo hasta bordear la Punta Mª Luisa, de gratísimo recuerdo del año anterior, aunque pasando miserias, fue un punto de inflexión en mi afición por la escalada, como conté en Mi primer galayos. Remontamos unos metros con trepadas galayeras hasta encontrar el inicio de La Oeste a la Aguja Negra. Dudamos algo donde empezaba porque el croquis que llevábamos era algo “escaso” en datos, pero acertamos. Tantas ganas de empezar que me había olvidado el acople de la GoPro para el casco, así que grabaríamos planos cortos. Empecé el primer largo, y empecé a comprobar que Galayos es Galayos… los grados en general se cotan por debajo del grado real al menos medio punto, pero eso más o menos el que ha escalado aquí ya lo sabe. Con lo cual el IV+ que marcan las reseñas era de los peleones, sobre todo un par de pasos de chimenea… empezaba mi master en chimeneas, diedros y canalizos guarros… me tocarón todos los largos de ir por dentro y a Nacho las placas… la próxima cambiamos. Aunque tiraban bastante las cuerdas, apuré prácticamente toda su longitud y llegue a un puente de roca con un cordino, donde monte reunión. 
 
Subiendo el IV+ peleón

Había una gran repisa y al otro lado vi un clavo con argolla…oxidado claro. Mientras subía Nacho, fuí desgranando la placa que tenía encima y no tenía claro que fuera por allí… cuando llegó lo hablamos y comprobamos por las huellas del magnesio que si… era la placa del segundo largo… tenía buena pinta.
 
En la placa del 2º largo
 A Nachete le dio la risa, pero luego lo fue abriendo muy bien, suave, relajado… o al menos es lo que parecía desde abajo. Este largo subiendo de segundo, fue el que más disfrute de toda la vía. Me tocaba a mí el hueso… otra chimenea en el tercer largo. Se supone que tenías que llegar a un clavo y luego meterte a izquierdas y subir hasta la reu por un canalizo… un largo bastante evidente. En el paso duro de V+ hasta que chapas, lo pase bastante bien. 
Tras pasar el V+
 Salí al canalizo y ya a la reu con un tubo de hierro con argolla y un friend empotrado. Reforcé y subió Nacho… ya empezaba a verse el ambiente… menudo patio. Fotos chulas y cachitos de video en plan friqui. 
 
Bonitos pasos antes del Jardin
El siguiente largo, continúo Nacho hasta el Jardín de los Botánicos, una pequeña terraza que separa La Aguja Negra de La Torre Amezúa. No había que meterse mucho y salías con tendencia a izquierdas para pillar un diedro… seguíamos el master… lo luche… me emperre en sacarlo raro… no salía y me abrí de patas… mira que me cuesta… y salió. No hay cosa como abrirse de patas… jeje.

En el diedro despues del Jardin
  Continúe por unos bloques, otros pequeños diedros y ya vi la reunión con un cordino colgado, en la base de los dos espolones que suben directos a cima. Reforcé, claro… como en la mayoría de las reuniones a montar… subió Nacho, le costó el diedro también… joder con los IV+ y los V. Y ya teníamos la Aguja cerquita… íbamos tranquilos y relajados… sufriendo claro… pero disfrutando. 

Salida del último largo
 El último largo salía a derecha de los espolones hasta unos clavos en un paso durillo y aéreo o muy aéreo diría yo… jodo!!

 
En el aereo último largo de La Negra

  
 Con el culillo al aire, se te suben a la garganta, pero bueno apretando salió… Nacho estaba fuerte… y ya me veía desde la CIMA… Aguja Negra… vaya ambientazo!! Corría el aire por todos los lados.

Llegando a Nacho en la cima de La Negra

Cima de La Negra
  Ahora venía la segunda parte… bajar, que en Galayos no es moco de pavo. Primero había que atravesar unos bloques que cortaban, hacía el otro lado de donde salimos de la vía, unos 8 m hasta encontrar las argollas para un primer rapel de 8-10m. Vimos a Chuchi y Hugo en la Amezua...vaya pinta tambien...para cuando estemos fuertes.

Los vecinos en la Amezua
Destrepamos un poquín en la misma dirección, había un hito clarificador,  y encontramos el otro rapel de unos 25m. En alguna reseña había visto que rapelaban hacía la misma canal de la Aguja Negra y en otros que daban la vuelta hasta bajar por el canal de la normal al Gran Galayo, así que como no vimos claro el rapel que había que hacer y llevábamos tiempo, decidimos darnos la vuelta por El Espaldar de Galayos, por donde pudimos disfrutar de unas vistas increíbles. 

Agujas desde el Espaldar
 
Impresionantes vistas
Mereció la pena esa vueltecilla para terminar, y al final un destrepillo de misterio por debajo de un gran pedrolo, hasta alcanzar el canal del Gran Galayo.
 
Destrepe tipico galayero
  Refugio VictoryAguja Negra conseguida…buena escalada… cerve para celebrarlo!!
Después tuvimos nuestros momentos de chachara, con unos, con otros… los vecinos de Nacho, que no lo sabía y eran del mismo bloque, Chuchi y Hugo. Luego estaban las neskalatzaileak (chicas escaladoras) Ana e Idoia. Tb el guía, Pedro Salgado, con unos chavales de Huelva a los que les estaba dando un cursillo avanzado (Manu y David), y otros tres vascos que no me acuerdo de sus nombres… pero tios duros y la chavala aún más. Además Samuel y Vanessa, los refugieros. Al ser poquita gente, la verdad que pasamos una tarde tranquilita con esos momentos galayeros para recordar. Así que nada cenamos un poco tarde, una sopilla “sabrosona” de bacalao y de segundo, salchichas con huevo, fruta…bien…como siempre en los refus cenas de más. A mí me entraba la modorra y como el día siguiente se presentaba interesante, pues me fui al saco. Intentaron convencerme de hacer la Murma-Malagón o la Underground-Malagón, que según decía Pedro, es donde uno se hace hombre y te dan la licencia de escalador… El Torreón… como intimida… me metí en la piel de un base cuando penetra hacía canasta y le saca el pivot los brazos…se le hace de noche. No prometía nada… pero en mi interior prefería conocer la Sur, que tenía lo suyo (pasos de V+ al inicio y al final) y hollar esa mítica cumbre.
Sin soñar cosas raras, aunque durmiendo algo peor porque se me pincho la almohada, nos levantamos el martes 6 de agosto, a las 8 de la mañana, dispuestos a pisar la cima del Torreón de Galayos… Dios!!… que nervios!!
Hacía menos frio por la mañana que el día anterior y tire solo con el chaleco fino y manga corta. Con las cuerdas de mochila y la ferretería colgando del arnés nos encaminamos hacia la trepada que da acceso a la Plataforma de las flores. En este punto acabaríamos el rapel final, por esta cara norte del Torreón… se veía muy arriba…60 metros más arriba. Dejamos las zapatillas, y nos dispusimos a montar el rapel justo en la brecha entre El Torreón y la Punta Margarita. Cuando teníamos montada una cuerda, nos dijo Pedro que iba con los chavales de Huelva, que teníamos que montar las dos porque si no, no llegaríamos al suelo. 

Rapel desde la brecha Torreón-Margarita
 Primer rapelazo del día, 60 m de cuerda. Vimos un cordino intermedio…alguno le paso como íbamos a hacer nosotros. Rapelaron los onubenses también con nuestras cuerdas y ya me dirigí al inicio de la Sur clásica. Un clavo marca el inicio con unos canalizos, un paso durete que al estar frio parece aún más duro… ya te pone en situación… la “fácil” al Torreón iba a haber que pelearla. Continuaba por unos canalizos más fáciles y llegabas a un murete  que tenia fisura a izquierda o un espoloncito aéreo pero con buenos pies y agarres para manos… así que dejando el miedo a un lado cogí el espoloncito y subí bien, llegando a una repisa-nicho, con un par de clavos y un cordino en un puente de roca. 

Asomandome al 1er largo de la Sur
Monte reu, y en esto bajaba Pedro que había subido por la Lucas, y fijaba cuerda. Según, iba al lado de los onubenses dándoles los consejos oportunos según escalaban. Subió Nacho y bien… continuo hacia la izquierda… algún clavo… algún pasito durillo y llegabas a un murete con una baravesa a la izquierda… durilla pero porque el clavo que está en medio del muro te obliga a salir un poco. 

Llegando a la 2ª reunión
 Llegue a la repisa donde tenía montado el chiringo Nacho, un clavo a derecha y fisura a izquierda para meter lo que quieras. Y ale… a por el DIEDRACO de la Sur… la cara “fácil” del Torreón. Como pesa la historia, la intimidación de este risco… influye en cómo afrontar  los retos… era un reto grande… y se notaba. Empecé a grabar con la GoPro, comencé bien… el diedro se dejaba hacer…fácil… subía… metí un friend por el qué dirán… pero iba bien. Llegue a una repisa cómoda con dos clavos, donde también se podría montar reunión… y empezaba lo bueno… un murete con el diedro como agarre… uff… duro… va saliendo… bien otra minirepisa… tomo aire… a por otro murete… me abro un poquito de patas… no lo veo… hago un poco el borrico, pasos atléticos y lo saco… llego a otra minirepisa… meto un friend en una fisura a izquierda y me giro y tengo un clavo a la altura de mis ojos a la derecha, lo chapo sin dudar  con la otra cuerda… más vale que zozobre que no que zezefalte. Empieza a entrar luz por el otro lado… esto se está terminando, voy tan concentrado que no me he dado cuenta del patio que tengo bajo mis pies…la ostia!!. Bueno pues nada… muro liso a la izquierda, muro liso a la derecha… pruebo con el invertido que tengo a la altura de los hombros…buen agarre… por detrás parece que también… bueno… me fijo detenidamente y tengo algo para el pie derecho… allá voy…ahahah… mierda me lio con la express del clavo… dudo… me bajo… la aparto como puedo con el pie, mientras que me agarro como si no hubiera un mañana, por encima del bloque…noto que es bueno ese agarre… vamos Javi… me empeño en subir  pie muy por encima de mi cadera… no me llega al apoyo bueno me falta nada… trato de moverla pero esta como bloqueada… otro intento… no sube… ahahah… no me apetece volar hoy… con el brazo derecho sigo agarrando a muerte y bajo el izquierdo a colocarme el pie derecho. El pie izquierdo le tengo tonto ahí colgao… muy mal dado el paso, tenía que haberme abierto, pero ya no puedo volver atrás… pillo el buen apoyo…adherencia galayera… que bien agarran los gatos… y joder… que apretón… salgo encima de los bloques justo a la brecha entre las dos puntas del Torreón… respiro…el corazón sigue a mil…bueno… bien… Miro, pero todavía no veo las argollas que hay por aquí… subo a derechas desde el diedro… pequeños garbanzos… un buen cazo por detrás… arriba… ahí está la reu con dos argollas… que alegría… la leche con la “fácil” del Torreón. Le digo a Nacho que suba.

Ambiente
 A medida que sube le hago unas cuantas fotos con gran ambiente. 

Mas Ambiente
 Y ya llegamos al último momentazo galayero… encaramarte a la cima del Torreón… medio metro de ancho por tres de largo… para estar juntitos. Sube Nacho y me canta que es la ostia. Desde mi posición no se ve el patiazo de la cara norte. 
 
Nacho tocando el cielo
Salgo para arriba ( video "ilustrativo" ) y llego a una brecha donde se ve todo el ambientazo, hay que dar un paso y ya te encaramas a la exigua cima… empiezas a agachar el culillo, hasta que te das cuentas que estas a horcajadas… uff…IMPRESIONANTE… ESPECTACULAR… BRUTAL… me quede sin adjetivos… y solo miraba las chapas para meter el autoseguro…ahaahah!!! QUE GRANDES!! 

Momentazo!


Que miedo

         Al cabo de unos segundos… vas asimilando donde estas, aunque no creo que las pulsaciones bajaran mucho. Yo no hice el intento siquiera de ponerme de pie. Algunas fotos, te relajas un poco, pero la atención y la concentración es máxima… y el acojone es total.
 
Mira el rapel a ver!!

 Empiezas a revisar todo… otra vez… otra vez… y bueno ahora toca bajarse de aquí. Hacemos los nudos a la cuerda…revisamos… otra vez… acojone total… y un pequeño pero… a la hora de lanzar las cuerdas, las dejamos caer pero se mete a una grieta… error… la próxima vez se recoge y se lanza largo. Bueno… rapel de 60 m totalmente vertical, incluso algún tramo volao… madre!! Me pongo el Alpine-up… lo miro… lo reviso… el autoseguro… todo listo… hala hasta luego le digo a Nacho… y empiezas a bajar… ya te vas relajando… soltando la cuerda que se había enganchado en algún punto, baja bien… el corazón va volviendo a su sitio… empiezas a disfrutar… que largo el rapel, el brazo se te queda un poco jodido de tanto apretar. Llegue a suelo, a la Plataforma de las flores.

Rapelazo
 Baja Nacho…bien… nos asomamos a la Malagón y vemos a los vascos en el bloque del medio del diedro… parece duro… la chavala pasa alguna miseria pero lo paso también. A lo nuestro, bajamos un poco y… no se vayan todavía aún hay más… como no en Galayos, un destrepe misterioso… por donde habíamos subido antes, con tiento y mucho cuidado damos los últimos pasos complicados… y ya a por la cerveza en el Victory… alegrón… escalada para recordar. Nos quitamos cacharros, cargamos la mochila y bajamos a La Cabaña del Nogal, donde nos metimos un chuletón para celebrarlo… la “cordada del chuletón” nos van a llamar.
 Últimamente, la mayoría de los relatos sobre escalada, los empezaba con algún paso emocionante, por su belleza, dureza o su peligrosidad. Si hubiera tenido que elegir aquí, habría elegido sin duda, la llegada a la cima del Torreón, pero aquí, he elegido empezar y terminar, con esos momentos únicos que te proporciona estar en un entorno de alta montaña como es Galayos, con gente que comparte esta pasión por la escalada como nosotros y además con el buen sabor de boca, que todos estos detalles te dejan en el interior… son como la canción que abría el relato… maneras de vivir

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